Vamos a comentar en esta ocasión sobre una situación bastante seria y es que otra vez se ha discriminado a profesionales por su condición de salud, se calificó de no apto precisamente a un técnico en cuidados auxiliares de enfermería aparentemente por tener VIH, y aunque esto ocurrió en Oaxaca – México es algo que suele ocurrir de manera habitual en distintos hospitales o centros de salud alrededor del mundo.
Es de especial consideración por que aun ahora a más de 30 años del descubrimiento de dicha enfermedad muy poco se ha conseguido sobre entender su funcionamiento, de hecho se sabe que no hay pruebas enteramente objetivas de que el virus del VIH exista, porque no existe ningún medio para medir la cantidad del virus en el cuerpo humano, lo que hay son medidas indirectas , en las cuales se mide la cantidad de anticuerpos que tiene nuestro organismo, las cuales pueden variar en otras condiciones patológicas.
Muy aparte de lo que signifique discriminar a ciertos grupos de personas por caracterizarlos por una condición de la cual ni siquiera se tiene certeza apodíctica de en ellos e presente está el tema de la realidad fáctica y es que asumiendo de que ellos genuinamente tengan la infección la posibilidad de que los mismos transmitan la enfermedad a sus pacientes o al resto de sus colegas es tan reducida que se deberían limitar a expresar que realizar los cuidados de enfermería implican tener relaciones sexuales con los pacientes o compartir jeringas con ellos algo completamente fuera de lugar.
El prejuicio surge más que todo por la diferencia que aparenta la condición de la cual se conversa, a pesar de ser una de las enfermedades más difíciles de transmitir en condiciones cotidianas el contenido implícito que esta lleva detrás pone a quienes la padecen en una situación marginal de la cual difícilmente se podrán salir si expresan la verdad sobre su salud.
Los casos de vía a lo largo del mundo siempre se dan en personas que están en condiciones de tener otras patologías que afectan al sistema inmunitario, personas que practican actos sexuales de extrema peligrosidad, que emplean drogas duras para poder sentir más placer o que tiene serios problemas de alcohol y otras adicciones, condiciones todas en las cuales la integridad del sistema inmunológico se ve comprometida y durante las cuales la cantidad de anticuerpos en nuestro organismo varía en una magnitud bastante considerable.